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Hola a todos/as.
He enviado el siguiente correo a radio Zamora, para a ver si lo leen en la sección que hacen a las 13.30 en la que los oyentes denuncian lo que está mal. Y precisamente fue allí donde el Director del Teatro Principal expuso el cambio al que me refiero en el escrito.
Imagino que también estaréis de acuerdo, y si a alguien se le ocurre alguna propuesta es otro campo en el que podemos luchar.
Saludos
Alberto
----- Original Message -----
From: Alberto
To: hoyporhoy@radiozamora.com
Sent: Wednesday, February 10, 2010 10:33 PM
Subject: Venta de entradas en el Teatro Principal
Hola.
Me permito escribir a su programa haciendo uso del ofrecimiento que amablemente nos brindan a los oyentes para exponer cualquier circunstancia que influya en la vida cotidiana en nuestra querida ciudad. En este sentido me gustaría dejar oír mi voz en el asunto relativo a la adquisición de entradas en el Teatro Principal.
Soy una persona con una discapacidad sobrevenida por una enfermedad neurológica degenerativa y que además me proporciona muy “generosamente” otros problemas de salud que ahora no vienen al caso. Soy, por tanto, una persona con movilidad reducida, de esas que usan una silla de ruedas para poder desplazarse.
Como tantos otros, intento cada día hacer una vida lo más “normal” posible, desarrollando las mimas actividades cotidianas que el resto de los mortales, eso si, algunas de ellas de forma diferente por razones obvias. Es decir, a veces necesito un trato diferente por mis circunstancias para hacer alguna cosa, a la que tengo derecho como cualquiera.
De todos es conocido, aunque para algunos es como si oyeran llover, que hay muchas barreras que impiden o dificultan, cuando menos, la autonomía, la igualdad y, en definitiva, la integración social de las personas con una discapacidad. Generalmente se habla de las “barreras arquitectónicas”, y es cierto que son muchas, palpables y que lastran el quehacer cotidiano de muchos ciudadanos. Sin embargo, son peores las “barreras mentales” porque son las que, muchas veces, suelen provocar las anteriores y demuestran que la igualdad para algunos es un término que no figura en su vocabulario. Pues bien, resulta que ante la polémica de la forma de adquisición de entradas para las actuaciones de Teatro Principal de Zamora, al Sr. Director del mismo no se le ocurre otra cosa que restringir aún más el acceso a las personas con discapacidad.
En la pasada temporada se reservaban para cada acto se reservaban 3 entradas para personas con discapacidad, que podían ser adquiridas hasta 48 horas antes y después de ese plazo podrían ser adquiridas por cualquiera. Es decir, personalmente podía decidir con dos días de antelación asistir a un espectáculo, sin embargo ahora, solo puedo sacar entradas para el mes siguiente la última semana de cada mes, debiendo programar mi asistencia con más de 30 días sin poder obtener entradas para cualquier otro día que me apetezca como a cualquiera, habiendo disponibilidad claro.
¿Es esto igualdad? Creo que no. Más bien es discriminación porque la igualdad es dar más al que lo necesita para todos accedan a algo con igualdad de oportunidades, pero es que ni siquiera en el aspecto más simplista que sería tratar a todos por igual no habría un trato igualitario. Y es que en este caso ni eso, se trata a la persona con discapacidad peor que al resto. Bastante intolerable es ya que cuando coincidimos 3 con silla de ruedas y nuestros acompañantes nos metan a todos en un mismo palco de, escasamente,1,5 metros cuadrados, como para tener que sufrir a mayores esta nueva discriminación.
A pesar de la evidencia no dudo de la buena intención del Sr. Director del teatro por intentar un sistema de adquisición de entradas más justa, pero lo que si quedado patente es la falta de tener presentes a “todos” a la hora de adoptar reformas.
Y por todo ello pido que se rectifique esta situación injusta en aras de la IGUALDAD con mayúsculas y, más concretamente en este caso, del igual acceso de todas las personas a un bien de la humanidad como lo es la cultura.
Gracias
He enviado el siguiente correo a radio Zamora, para a ver si lo leen en la sección que hacen a las 13.30 en la que los oyentes denuncian lo que está mal. Y precisamente fue allí donde el Director del Teatro Principal expuso el cambio al que me refiero en el escrito.
Imagino que también estaréis de acuerdo, y si a alguien se le ocurre alguna propuesta es otro campo en el que podemos luchar.
Saludos
Alberto
----- Original Message -----
From: Alberto
To: hoyporhoy@radiozamora.com
Sent: Wednesday, February 10, 2010 10:33 PM
Subject: Venta de entradas en el Teatro Principal
Hola.
Me permito escribir a su programa haciendo uso del ofrecimiento que amablemente nos brindan a los oyentes para exponer cualquier circunstancia que influya en la vida cotidiana en nuestra querida ciudad. En este sentido me gustaría dejar oír mi voz en el asunto relativo a la adquisición de entradas en el Teatro Principal.
Soy una persona con una discapacidad sobrevenida por una enfermedad neurológica degenerativa y que además me proporciona muy “generosamente” otros problemas de salud que ahora no vienen al caso. Soy, por tanto, una persona con movilidad reducida, de esas que usan una silla de ruedas para poder desplazarse.
Como tantos otros, intento cada día hacer una vida lo más “normal” posible, desarrollando las mimas actividades cotidianas que el resto de los mortales, eso si, algunas de ellas de forma diferente por razones obvias. Es decir, a veces necesito un trato diferente por mis circunstancias para hacer alguna cosa, a la que tengo derecho como cualquiera.
De todos es conocido, aunque para algunos es como si oyeran llover, que hay muchas barreras que impiden o dificultan, cuando menos, la autonomía, la igualdad y, en definitiva, la integración social de las personas con una discapacidad. Generalmente se habla de las “barreras arquitectónicas”, y es cierto que son muchas, palpables y que lastran el quehacer cotidiano de muchos ciudadanos. Sin embargo, son peores las “barreras mentales” porque son las que, muchas veces, suelen provocar las anteriores y demuestran que la igualdad para algunos es un término que no figura en su vocabulario. Pues bien, resulta que ante la polémica de la forma de adquisición de entradas para las actuaciones de Teatro Principal de Zamora, al Sr. Director del mismo no se le ocurre otra cosa que restringir aún más el acceso a las personas con discapacidad.
En la pasada temporada se reservaban para cada acto se reservaban 3 entradas para personas con discapacidad, que podían ser adquiridas hasta 48 horas antes y después de ese plazo podrían ser adquiridas por cualquiera. Es decir, personalmente podía decidir con dos días de antelación asistir a un espectáculo, sin embargo ahora, solo puedo sacar entradas para el mes siguiente la última semana de cada mes, debiendo programar mi asistencia con más de 30 días sin poder obtener entradas para cualquier otro día que me apetezca como a cualquiera, habiendo disponibilidad claro.
¿Es esto igualdad? Creo que no. Más bien es discriminación porque la igualdad es dar más al que lo necesita para todos accedan a algo con igualdad de oportunidades, pero es que ni siquiera en el aspecto más simplista que sería tratar a todos por igual no habría un trato igualitario. Y es que en este caso ni eso, se trata a la persona con discapacidad peor que al resto. Bastante intolerable es ya que cuando coincidimos 3 con silla de ruedas y nuestros acompañantes nos metan a todos en un mismo palco de, escasamente,1,5 metros cuadrados, como para tener que sufrir a mayores esta nueva discriminación.
A pesar de la evidencia no dudo de la buena intención del Sr. Director del teatro por intentar un sistema de adquisición de entradas más justa, pero lo que si quedado patente es la falta de tener presentes a “todos” a la hora de adoptar reformas.
Y por todo ello pido que se rectifique esta situación injusta en aras de la IGUALDAD con mayúsculas y, más concretamente en este caso, del igual acceso de todas las personas a un bien de la humanidad como lo es la cultura.
Gracias
